La revista Nueva Dimensión
La elaboración de Anticipación permitió a Domingo Santos y Luis Vigil establecer contacto con numerosos escritores, editores y agentes de España y otros países, y cuando ésta desapareció sintieron que era una verdadera lástima perder todo ese bagaje. Por ello decidieron lanzar su propia publicación bajo su única y exclusiva dirección. Por mediación de Vigil se sumó al grupo Sebastián Martínez, quien aportó experiencia en contabilidad empresarial, y crearon una sociedad para editar la revista: Ediciones Dronte.
Conviene tener en cuenta que en la España de finales de 1967 existía un caldo de cultivo favorable a la existencia de una revista de estas características, pues a la comercialidad demostrada por Anticipación se sumaba un mercado proclive al género gracias a la presencia de diversas colecciones especializadas.
Así, en febrero de 1968 apareció en los quioscos y librerías españolas una revista/libro de extraño formato cuadrado, con un nombre curioso y que llevaba por subtítulo «ciencia ficción y fantasía». La revista se hallaba dividida en dos secciones principales: «Mañana» para la parte literaria y gráfica –relatos, novelas cortas, poesías, portfolios y comics– y «Hoy», donde se recogían artículos, reportajes y crónicas (bajo el apartado «Se piensa»), noticias y comentarios («Se dice») y la sección de correo («Se escribe»), sin duda el apartado más dinámico y que se convertiría en el gran motor del movimiento de aficionados durante casi dos décadas. Ambas secciones venían precedidas por el editorial, que servía para reflejar el ideario de la publicación.
Entre enero de 1968 y diciembre de 1983, ND publicó 148 números normales y cinco extras, cientos de relatos de la máxima calidad escogidos con un criterio ecléctico y publicados relativamente cercanos al momento de su creación, por lo que la revista se convirtió en fiel reflejo de la mejor narrativa breve de género durante quince años particularmente fructíferos. Muchos la consideran por ello la mejor revista española de ciencia ficción de todos los tiempos.
La longevidad de la publicación se explica porque ND nunca se planteó como un verdadero negocio, sino que se editaba desde la óptica de tres locos aficionados que deseaban transmitir su entusiasmo a través de un fanzine profesionalizado. Por ello, siempre contaron con la colaboración desinteresada de numerosos autores, agentes y editores: Forrest J. Ackerman y Donald A. Wollheim fueron sus principales valedores en Estados Unidos y gracias a ellos lograron ponerse en contacto con muchos autores que les cedieron los derechos de sus obras a veces a precios ridículos. No obstante, en las páginas de la revista se dieron cita contenidos de la más remota procedencia y, en particular, brilló su denodado apoyo a la ciencia ficción española.
-Lugar de edición: Barcelona
-Números: 19 (primera etapa) de 148 normales y 5 Extra
-Temática: ciencia ficción y fantasía
-Tirada: 1.500 ejemplares (primera etapa)
-Suscriptores: 50-150 (primera etapa)